domingo, 27 de diciembre de 2015

Noches, días y te quiero.

Quisiera contarte que en mis noches de insomnio tengo diálogos con vos explicándote todo lo que pasa por mi cabeza, donde te cuento cada una de mis intimidades dejándome en un estado de vulnerabilidad que no me importa estar porque se que tu accionar no va a lastimarme. 
En mis noches sin dormir te digo basta de esto, de aquello y de todo lo que esta por venir. Ya no quiero más. Durante el día nada de eso que en mi imaginación te digo lo puedo cumplir. 
En las noches te cuento lo mucho que me confundís. Durante el día dejó que me confundas con total impunidad. 
En las noches te explico porque digo basta y no es por mi, es por vos, porque aún así busco que de todo esto vos seas el que menos herido salga. Durante el día me quedo callada rogando que salga algo bueno de todo esto.
Durante las noches te pienso con cariño. Durante el día...también.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Balance 2015

El 2014 terminaba bien, terminaba mejor de lo que hubiera esperado. Me dejaba crisis profundas que me daban la posibilidad de darles una utilidad. Me dejaba definiciones, me dejaba en claro que era lo que quería para mi, algo que no me había pasado antes. Me marcaba la importancia de usar la soledad para uno mismo. Sentirse en soledad, siempre fue mi gran miedo, me dejaba descubrir cosas en mi que no pensé que iba encontrar. Que los vínculos se quebraran me daba la pauta para elegir cuáles quería reconstruir y cuáles no. La importancia que le asignaba a cada uno. Nada de eso había sido fácil, todo lo que me fue pasando se llevo varias (muchas) lágrimas. 

Pero terminaba y el 2014 me mostraba que gustos eran míos y cuáles eran de los que me rodeaban, algo que no podía ver antes. Y entender eso me llevo a entender también que la diferencia también marcaba un punto de inflexión del que no se podía volver. Siempre creí que las diferencias unían aún más que las cosas en común que podías tener, lo sigo creyendo, uno en verdad quiere en las diferencias, creo que uno cuando entiende que el otro es diferente y aún así lo quiere en su vida es mucho más importante que cuando sabe que lo une eso en común del cual tener de donde siempre agarrarse. Las diferencias me llevaban inevitablemente a soltar, a racionalizar lo que me pasaba. Dejar atrás para que venga algo mejor, suena a frase hecha que seguro encontras en muchos balances de fin de año y nos dejan a los que de verdad la creemos en una posición de pensamiento débil pero increíblemente es así. 

Todo indicaba que el 2015 me iba a encontrar decidida en muchos aspectos, con proyectos y con definiciones. Entender que era parte de mi y que no, me entusiasmaba más que años anteriores. Empece con proyectos que no supe como manejarlos, que no supe llevarlos a cabo, era todo tan nuevo que no lo supe manejar, no supe darle la energía que necesitaban ni la importancia. 
Tenia las ideas pero me faltaba el impulso aunque eran proyectos bastante personales buscaba el apoyo exterior y no lo supe buscar ni encontrar, no lo supe pedir. Pedir ayuda es algo que aún hasta hoy me cuesta. 
El 2015 me encontraba con mis proyectos pero no con los medios para llevarlos a cabo, los medios y las ganas. Y ahí comenzó mi primera frustración del año. Me generaba mucha impotencia estar a destiempo con lo que quería con las formas y acá hablo desde un perspectiva económica. Siento que hablar de un punto económico es superficial y hasta me da ganas de obviar el tema pero fue un tema que este año cobro muchísima importancia. Ir a la facultad en un momento se volvió una preocupación, si bien siempre pude hacerlo me daba mucha impotencia no poder estar tranquila. Yo solo quería ocuparme no preocuparme. Me hizo creer que no podría hacer muchas cosas y me fui frenando sola todo lo que me quedaba, casi no hice fotografía y escribí muy poco (teniendo en cuenta que a fines del 2014 buscaba escribir capítulos de un algo) no quiero simplificarlo a que me falto que alguien me ayudara a impulsarlo y que yo no supe manejarlo, creo que me confié en las cosas se iban a dar por si solas porque era lo que quería y no le preste atención a el esfuerzo que necesitaba. 
También creer que soltar me iba a dar al instante eso bueno que llegaba a mi vida. La vida del ansioso es así. Queremos resultados al instante. Dejé un vinculo enfermizo y casi como efecto instantáneo del soltar esperaba que alguien apareciera porque si, por el simple hecho de que lo había decidido. Hago un adelanto: no pasa así. 
Si bien este año me hizo conocer mucha gente que me hizo conocer aún muchas cosas más y con la cual me sentí cómoda desde un principio también me hizo afianzar mi relación con las otras personas que me acompañaban desde hace varios años. Elegí quedarme con aquellas que entraban en mi definición de amor, con aquellas que simplificaban todo el caos de mis ideas y alejarme de aquellas que no entraban en esa definición para mi. Son las personas justas para mi, aquellas que me ordenan la cabeza, las que se adaptan a cada nueva situación:

-Yo se que me dijiste que lo mejor que podía hacer era tal cosa pero hice todo lo contrario. 
- Bueno, ahora tenemos esta situación, empecemos a solucionarlo desde acá.

Esos diálogos no los tengo con más de tres personas. Esas personas son todo mi lado positivo de este año. Son toda mi demostración de amor. 

A pesar de sentir que este año se llevo varias frustraciones este balance lo empece a escribir después de un almuerzo familiar, siempre hay algún que otro comentario sobre lo que uno hace sin conocer todo lo que en verdad pasa, sobre lo que deberíamos hacer y lo que no pero los miraba y los escuchaba, como siempre, y descubrí que aquellos a los que no le parecían exageradas o locas mis ideas eran aquellos que había seguido lo que de verdad querían enfrentándose a muchas frustraciones pero haciéndolas, llegando al final a lograrlas. Y aquellas personas que de alguna manera boicoteaban mis ideas son aquellas que no se habían arriesgado a hacer lo que más los apasionaba y se enfrentaban a hacer cosas que en realidad no tienen ganas de hacer pero quedaron a mitad de camino. Estaba tan claro que no lo podía creer. Y yo a pesar de todas esas cosas que me dejan con un sabor agridulce en este fin de año lo quiero seguir intentando, en todos los aspectos de mi vida. Tengo miedo, otro factor que siempre me acompaña, y ahora voy un poco menos acelerada pero no quiero correrme de este camino que empezó en el 2014. 
Las expectativas para el 2016 son bastantes y quizás otra vez me puse muy exigente, tengo 5 días para traerlas a tierra y que el 2016 sea un año donde la palabra que más predomine sea el accionar

martes, 8 de diciembre de 2015

Conversaciones

- Y le termine diciendo que si había amor ella lo tenia que bancar, que si era medio pecho frío y no se animaba a sentir que no toque nada. Y creo que ese consejo lo saque de un tweet pero él no se va a enterar. 
- ¿Sigue odiando las redes sociales? ¿Le dijiste que la novia es pecho frío? 
- Si...quise meter un chiste para cambiar el clima sobre que seguro era de All Boys y no entendió, yo sé que no le gusta el fútbol pero no pensé que no iba a conocer lo básico. 
- A ver si entendí. Le dijiste a tu ex que la novia era pecho frío que no le convenía, el te dijo que tenias razón y no pasó más nada. 
- Si, básicamente es eso pero él preguntó. Yo respondí. Igual era medio culpa mía el tema, así que me dije bueno, ya esta, sacaste el tema, responde la posta. 
- ¿Y por qué sacaste el tema? Pensé que estaba superado ese tema. Además con todos los otros mambos que estás teniendo (te quiero igual eh) 
- Si, esta superado. O hasta ahí, el otro día me siguieron cayendo fichas de cosas pero para...De a un tema. Me siento muy incomoda cuando hay silencios prolongados y llevábamos una cuadra caminando sin hablar, no se me ocurrían más temas y le pregunte cómo estaba ella.
- ¿Y qué esperabas?
- La respuesta que te dan todos: bien, bien. 
- ¿ Y cuál fue su respuesta? 
- El silencio prolongado que te indica que hiciste un pregunta de mierda junto a un: Y...ahí estamos. 
- Esos silencios son horribles.Esos silencios que a veces hablan y te explican que no tenes nada mas para decir pero que aun así en la ducha vuelven a chistarte al oído
- Yo no esperaba esa respuesta igual. Ni de él ni tuya ahora. Estás poético hoy o puede ser drogado también. Mentira. Por dentro estaba gritando: Dale, una relación cuida, una, no te estoy pidiendo mucho. 
- ¿Te sigue jodiendo ella? 
- Ella no, él. Es que el futuro es un lugar emocionante e impredecible al que no se puede ir con cualquier copiloto.
- Uno no puede elegir a alguien solo porque lo cree buen copiloto. 
- Pero elegí personas que por lo menos te hagan bien, hay que elegir la mayoría de las veces solo los que nos hacen bien. 
- O ir fijándote hasta que punto te hacen mal pero nunca dejar de aprovechar. 
- Bueno, tenemos teorías diferentes, acordate que yo tengo muchas teorías sobre el amor. 
- Tu teoría de los 4 meses fue la más certera hasta ahora. 
- Jamás falla. 
- Tenes razón. 
- Estoy odiando que me den la razón, es algo que no me esta sirviendo para nada, que se yo, dame la razón y dame alguna bono con una merienda o algo así. 
- Yo con Celeste ahí estoy, tirando más a mal. 
- ¿No te perdona no? 
- Hice todo o casi todo para que entendiera que no fue mi intención. Un día me quiere al otro directamente me odia, va y viene, todo el tiempo.
- No fue tu intención pero lo hiciste. 
- Fue un desliz. Le pongo palabras lindas pero si lo hice.
- Yo creo que en una situación así no hay para pensar. La teoría del blanco y el negro. Es si o no. Te perdono o le voy a contar a todo el mundo tus peores cosas.
- Pero yo se que tenes un pero. Pero...
- Pero vos no podes pedirle a alguien que esta arriesgando sus sentimientos que se comporte lo más normal posible, así que si la queres ahí esta, es eso.  
- Yo también arriesgo acá.
- No sos a el que hirieron.
- Abrázame hasta que sepa que hacer con mi vida. Me estoy politizando pero es un eslogan muy bueno. 
- Mejor me voy a escuchar Las Pastillas del abuelo. Poetweet para vos. 
- Es mi legado. 


lunes, 30 de noviembre de 2015

Y sin embargo.

Tener razón y tener soluciones son cosas que buscamos pero que no siempre necesitamos. No nos sirve tener razón cuando buscamos una respuesta, no nos sirven las soluciones cuando ya no estamos dispuestos a recibirlas, cuando ya no las estamos buscando más. No todo lo que se rompe se puede arreglar, no todo se puede emparchar además se le empiezan a notar las fisuras y ya no nos gusta, ya perdió su esencia si lo emparchamos.

A veces dentro del caos reconocemos que no queremos tener razón y que no necesitamos que ahora si corran para encontrar una solución, solo necesitamos que nos dejen corrernos a un costado, ya no queremos eso. Ya esta, el tiempo lo termino agotando. Y no es que que sólo el paso del tiempo lo agoto, forzarlo fue el causante.  

No es escapar, es resignarse. No es evitar, es entender lo que ya no queremos. No importa que ahora ya este todo dado, no se pueden seguir peleando causas perdidas ni tampoco buscar recuperarlas. Todo tiene su tiempo, este tiempo ya pasó. 

La belleza que puedo sacar de esto lo puedo ver solo a la distancia, no puedo ver si sigo dentro como el primer día. Esto se soluciona, si, dejándolo atrás, dejando de buscarle vueltas. Ser valiente es enfrentarlo entendiendo que ya no hay nada más para pelear, enfrentarlo es saber correrse, es cerrar esa puerta. 

No todo lo que escribo es sobre historias de amor, esto no es sobre amor y sin embargo. 

lunes, 12 de octubre de 2015

Trenes (y también camiones y tractores)

Ella lo vio por el reflejo de una de las ventanas del tren. Al principio pensó que no era, bajo la mirada, volvió a mirar. Si, definitivamente era él. Se puso nerviosa pero pensó que no había razones para estarlo. Busco estrategias de juego (porque ahora esto era alguno de esos juegos de mesa sobre guerras): estaba bien posicionada, si tenían que hablar el primer paso lo tenía que dar él porque era quien la podía ver con más facilidad. Punto a favor. Ella no veía razones para hablarle después de haberlo eliminado de todas las redes sociales, incluso las que él ya no usaba (por las dudas también lo había eliminado, evitando encontrarlo si algún día tenia algún ataque tecnológico) Ella pensó que no podía tener tanta mala suerte, a esa clase ella no iba a ir, hacia un mes que los viernes se dedicaba a hacer cosas que no incluyeran la Facultad. Tampoco tenía tantas ganas, no encuentra una razón para justificar el ir a esa clase, ese día, ese momento. Volvió sobre sus pasos pensando en todo lo que pasó para que ahora ella este en ese vagón con él. El colectivo que tardó más de lo normal. El tren que dejó pasar pensando: es viernes no voy a correr un tren. La clase a la que no iba nunca excepto ese viernes. ¿Destino? 
También recordó hace cuanto que no pensaba en él, hace tiempo que ya no lo extrañaba, hace tiempo que ya no sentía nostalgia. Todo lo que podía recordar de ellos ya no dolía. No se había dado cuenta hasta ese momento. Hace tiempo sus lugares claves pasaron a hacer lugares comunes. Todo eso había pasado y ella nunca se puso a pensar con detenimiento lo que pasaba ¿Era por eso que aparecía en ese momento? ¿Para mostrarle que todo estaba bien? Sonrío y el aleatorio dejó que se escuchara el último tema que él le había dedicado.《No tengas miedo de cambiar ni de equivocarte hasta maravillarte. Y si elegís tu libertad ¿Por qué caminas cuando podes volar?》Claro que era el destino. 

Él sólo quería volver a su casa después de un día larguísimo cuando de la nada la vio a sólo seis asientos de distancia, igual que siempre, con el pelo más corto pero el mismo bailecito que hacía sin darse cuenta cada vez que de sus auriculares sonaba su tema preferido. Empezó a sonreír sin darse cuenta y pensó si de esos auriculares sonaba algún tema de Tan Biónica o de Cerati. Se preguntó cómo la habría pasado en el recital. Recordó que ella lo había eliminado de todas las redes sociales y se enojo. Ella había roto su "tratado de paz" ese que ella misma había propuesto. ¡Qué pendeja histérica! pensó y tuvo que mirar a su alrededor para asegurarse que no lo dijo en voz alta, bajo la mirada. Él no sabía que hacer si cruzaban miradas, lo mejor era seguir mirando hacia el piso hasta que alguno de los dos tuviera que bajar. Miró su celular, entró a instagram, salió, entró whatsapp, ningún mensaje. Cerró todo y puso a funcionar el aleatorio, empezaba a sonar《Los dos sabemos que esto se terminó tiempo atrás pero es re loco no nos podemos dejar en paz》Mira que hijo de puta es el destino murmuró. Volvió a mirar, la ansiedad de saber si ella estaba mirando le gano, no estaba mirando. Ella ya estaba preparada para bajar en su estación. Menos mal que no se dio cuenta que viajamos juntos pensó aliviado. 




jueves, 1 de octubre de 2015

besos, abrazos y caricias

Pasar juntos los domingos tirados en el sillón de mi cuarto viendo películas puntuadas con solo dos estrellas. Merendar todos los días sin excepciones. Empezar una serie juntos. Acostarnos en el pasto y que el sol nos de en la cara mientras escuchamos nuestras canciones favoritas. Que una cama de una plaza y media nos parezca enorme. Los mensajes de buenos días. Los mensajes de buenas noches. Nuestras ganas de cambiar nuestra vida los lunes. Terminar los viernes igual que antes pero felices porque estamos juntos. Mis llamados a las tres de la mañana haciéndote acordar que tenes que tomar el antibiótico. Tus mensajes de ¿Llegaste bien? Que no te canses nunca de escucharme contar las mismas anécdotas. Que cada vez que me cuentes algo te voy a hacer mil preguntas. Los días de lluvia acurrucados. Llegar tarde porque cuando nos despertamos nos quedamos haciendo chistes y dejamos pasar el tiempo. Las caminatas a la noche por las avenidas. Nuestras cosquillas. Las miradas que solo nosotros entendemos. Los abrazos que nunca se terminan. Los besos infinitos, de esos que te hacen olvidar de todo lo que pasa alrededor. Las caricias que hacen sentirnos un poco mejor después de un día malo. Los mensajes de tal cosa me hizo acordar a vos. Los tweets que hablan sobre nosotros. Las fotos con cursilerias en instagram. Enviar un te extraño cuando paso media hora de vernos. Mensajitos de estoy por tal lado ¿nos vemos? Avisarnos cuando pasan nuestras películas favoritas en la tele. Los te quiero que salen sin pensar. Más abrazos, más besos, más caricias.

No se escribir sobre amor pero si se hacer listas. Muchas listas. Y esta mi lista de cosas lindas sobre el amor que intenta ser algo escrito sobre amor sin ser una lista. 

viernes, 14 de agosto de 2015

Besitos, chau.

Hoy me di cuenta que ya no me acuerdo de vos. Hoy me acorde que no me acuerdo de vos. No se que mecanismos están haciendo eso por mí pero son casi imperceptibles y no se si quiero que pase, todavía hay veces que quiero recordarte porque dejarte ir es decirle adiós a tantas cosas que no se si las quiero dejar atrás. 

No escucho tus canciones, no miro tus películas, ni leo las noticias que imagino que te pueden interesar ¿Cuándo toca tu banda preferida? ¿A qué hora dan Rápido y Furioso en TNT? ¿Malajunta sacó otro tema? No se y hasta me suena raro decirlo porque yo podía saber todo de vos con sólo mirarte y ahora ya no me sale y no pensé que pasaría porque para mi eras como andar en bici, podíamos no andar pero siempre me iba a acordar como era. 

También se me van nuestros recuerdos, nuestros pequeños lugarcitos en el río, nuestras esquinas en donde nos dábamos la mano. Tus letras en las paredes ya no me generan nada ni siquiera cuando están en mis lugares favoritos ¿Esto está pasando realmente? 

Todavía me cuesta creerlo o mejor dicho me cuesta aceptarlo porque si te vas de mi cabeza también se van muchos momentos y siento que todos estos años juntos se terminan desvaneciendo porque mis últimos años fuiste vos en todo su esplendor y ahora que no estás siento que no me va a quedar nada y es por eso que todavía quiero seguir pensándote.  

También si te digo adiós estoy creciendo como dice la canción, que esta semana escuche más de una vez y si, eso quiero hacer pero ¿qué hago con todo lo que se borra de vos? Porque por más fuerzas que haga se están desintegrando nuestros momentos casi como los protagonistas de una de las pocas películas que vi. 

En esta actualización que empezó a hacer mi cabeza, vos te vas junto a muchas otras cosas pero creo que al final lo prefiero así. Necesito ese espacio para volver a llenarlo. 




martes, 28 de julio de 2015

Una de las partes de mí.

Todo lo que no decimos con palabras lo terminamos diciendo de tantas otras formas que al final era más fácil unir esas palabras que cualquier otra forma. 
Tengo tanto para decirte, tanto que no me dejaste decir en su momento, tanto que no me anime a decirte, tanto que dejamos pasar, que ahora todo eso lo tengo acumulado en noches de insomnio, en broncas, en tristezas.

Preguntarte de una vez por todas ¿Qué mierda querés? Es muy importante para mí incluir agresividad en mis palabras aunque quizás podría estar más tranquila, aunque no lo sienta tan agresivo ¿Por qué siempre volves pero nunca te quedas? O si queres empezamos por el hecho de que siempre volves aunque ni siquiera estén dadas las condiciones ¿Qué pasa? ¿Te volviste a quedar solo? ¿Por qué siempre sos la victima en tus historias? Venis, me tiras tu mochila de cosas y vos te vas, tu vida sigue igual pero ahora el peso también lo tengo que aguantar yo ¿A vos qué te cambia si siempre viviste igual?

¿Querés que te explique porqué te estuvieron pasando todas estas cosas? Todo lo que te pasa tiene una sola respuesta: Preferís el quilombo ajeno, preferis el bardo de otro porque hacerte cargo de tus propios problemas, no, eso si que no estuvo en tu mente nunca. Porque animarte a bancarte tus problemas, eso es un esfuerzo y un paso que vos no vas a dar. Te diste cuenta que si busco a tu yo del pasado, a tu yo de 18 años nadie se daría cuenta que paso el tiempo porque no pudiste avanzar pero tampoco retroceder, mantenes todo casi intocable en tu vida. Los amigos que se van perdiendo, la novia conflictiva, todo eso sigue, todo eso es mejor que tener que asumir lo que te pasa. Y tenes tu propio modus operandi: el conflicto siempre va para los mismos lados y vos sos el que nadie sabe porqué pero siempre cae atado al otro. Justo estabas ahí donde estaba el conflicto pero claro, vos nada que ver a todo, es todo casualidad. 

¿Querés qué te recuerde cómo te rogaba para que hablaras conmigo? Estoy segura que te acordas perfectamente como lloraba, como no te vas a acordar si lloraba todo el tiempo, para que me puedas contar que era lo que te pasaba y no me respondas: nada, tengo mambos
Hiciste que no tuviera palabras, hiciste que no tuviera tiempos y lo peor que hiciste fue abandonarme cuando más lo necesitaba más de una vez. 
Yo no se mucho sobre los vínculos pero si se algo que aprendí: no se deja a nadie cuando más lo necesitas porque eso hace que rompa todas las partes que tiene uno. Adentro queda todo roto y perdido. Y eso es lo único de lo que hay que pedir un ida y vuelta. Rompiste todo, lo destruiste. Ojala te quede de ejemplo, ojala te acuerdes que si estuve ahí a pesar de todas las cosas que rompiste y de todas las veces que no estuviste. 
Yo se que no te podes cuidar a vos mucho menos a alguien más pero, bueno acá viene la parte complicada, si ya sabes de antemano que no podes hacerlo no asumas esa responsabilidad. Asumir. Yo tengo tatuado soltar, vos podrías tatuarte asumir, creo que sería una gran palabra para vos. Las palabra nos van identificando.
Te perdoné que cambiaras lo nuestro por algo que no llegaba a nada, que dejame explicarte como fue: los primeros tres días habrán sido los mejores de tu vida porque claro, venías de tus mambos pero después todo se empezó a tornar raro, extraño y todo lo que hacías tenia su cuota de culpa. Ya habías ilusionado a otra más. Hasta que explotabas porque a vos todo te explota. Y claro que no ibas a asumir que lo mejor era ver qué te pasaba, todo sigue su curso. El show debe continuar. 

Ojala tu show siga y te dure, ojalá cambies el argumento y quizás los actores. Ojala lo puedas asumir. 

sábado, 4 de julio de 2015

Historias de Amor

Juan Cruz era ese chico que sabía que tenia las palabras justas para cada chica. Era lindo, era simpático y lo más importante era que con él no existían esos silencios incómodos. Cada chica que aparecía lo primero que hacía era mirar a Juan Cruz. Todas se sentían bien cuando contaban que él les hablaba, casi era un trofeo el hecho de solo haber intercambiado un par de palabras, por mas superficial que era el tema. Josefina conoció a Juan Cruz por esas cosas de los amigos. Resulta que su mejor amiga conocía al primo de un amigo de él y por esas cosas de la vida, un sábado terminaron en una fiesta todos juntos. Para Juan Cruz era alguien nuevo por quién ir. Josefina sólo quería que esa fiesta terminará rápido. Ella no estaba pasando un buen momento aunque ella tampoco podía explicar porqué. Estaba haciendo las cosas por inercia. 
Juan Cruz se acerco a ella haciendo esa rutina que hacía cada vez que conocía a alguien. Ella lo miro de arriba a abajo, se río y no le contesto ni una sola de las preguntas. Eso a él lo descoloco, nunca antes había pasado por esa situación. En ella eso no fue un técnica de seducción, de verdad no quería saber nada con nadie. Se siguieron encontrando en más salidas que él minuciosamente empezó a organizar. Ella seguía inmutable a cada acercamiento de él. Insistió, se acercó y logró un beso. Y con eso él ya se sentía bien, muy bien en realidad. Estaba contento, estaba feliz, había logrado que ella le diera un beso. La volvió a llamar para salir, ahora ellos dos. Ella le dijo que no, después que no sabía hasta que accedió. Fueron a dar una vuelta al río, se sentaron en el pasto y dialogaron: 
- ¿Qué querés Juan Cruz? - Le pregunto ella con la voz firme. 
- Me gustaría estar con vos - Contesto como si en ese momento fuera un nene de 6 años. 
- Pero vos no sos de esos que quieren estar con alguien- Ella lo conocía bien. 
- No me preguntes el porqué pero eso es lo que quiero con vos. 
Después de ese dialogo y entre idas y vueltas, hoy ellos llevan dos años juntos. Ella es, como dicen sus amigas, la que lo cambio. Varias antes de ella lo habían intentado, varias tuvieron ese objetivo y ella sin ni siquiera pensarlo lo había logrado. El se sentía más libre que nunca, Josefina en su vida era esa persona que acompañaba cada paso que el daba, era alguien con quién sabía que podía contar en cualquier momento. Si había algo que Juan Cruz tenía muy claro era que en ningún momento quería perder a Josefina. 


Luz, como su nombre lo dice, iluminaba. Ella era espontanea, muchas veces eso fue un beneficio, otras fue un error que le costo remontar. Era volátil, ingeniosa eso a Nicolás lo asustaba, bueno, en realidad a él todo lo asustaba. Él todavía no encontraba su ser, todavía seguía explorando qué era ser. Se conocieron porque el destino así lo decía. A ella le gustaba escribir, él escucho que hacer un taller literario lo iba a ayudar a dejar de temer. Dio miles de vueltas hasta que lo hizo. La primera clase de ese taller fue su comienzo. Dos comienzos en uno.
Era una mesa enorme, había gente de todas las edades, todas menos la de él, al parecer a la juventud no eran cosas que le interesará hacer. La clase estaba por empezar, Nicolás se estaba arrepintiendo de haber empezado. Luz entro corriendo al curso pidiendo disculpas, busco un lugar, lo vio a él, lo vio joven, se sentó al lado de él. El profesor se presento, presento todo lo que podían hacer ahí, le gustaba hablar y sabía que era casi la única clase en donde lo iba a poder hacer, la aprovecho e incluso la termino antes. Todos empezaron a guardar sus cuadernos. Luz miro a Nicolás. Eran los únicos jóvenes. 
- Che...¿explico algo antes de qué llegara? - Pregunto Luz.
- Ehm..no...nada...la clase empezó cuando vos llegaste. 
- Ah ¡qué bueno! ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Luz. 
- Ehm..Nicolás...bah, todos mis amigos me dicen Nico y si me llaman por mi nombre completo lo siento raro. 
- A mi si no me llamarán por mi nombre completo sería raro- Quiso hacer un chiste pero él no supo descifrar si era chiste o no, realmente Luz lo encandilaba. Ella siguió hablando- te llamas como mi libro favorito Y un día Nico se fue. Si, ya se- dijo adelantándose a cualquier cuestionamiento- no es un libro que se pueda considerar clásico ni va a pasar pero para mis los mejores libros son esos que los leemos y nos terminan dando una respuesta a eso que nos esta pasando, nos muestran que hay alguien más que paso por lo mismo, no me importa si un gran libro para vos sea Gente Toxica si ese libro te dio la respuesta que necesitabas...Ay! estoy hablando mucho, creo ¿no? 
Él solo quería que ella no dejara de hablar, supo que lo único que le importaba era escucharla y verla reírse mientras le contaba todo eso, supo que su risa lo iba a salvar más de una vez, que tenerla en su mente le generaba mucha satisfacción. 


Ezequiel tuvo una vida difícil pero más que una vida, unos padres difíciles, no podían aceptar que su camino no era el que ellos había pautado para él. No podían aceptar que él era bueno en otras cosas, que dibujar ya no era para él un hobby, que algo bueno estaba saliendo de él. Nada que saliera de los parámetros de lo que ellos consideraban como lo establecido él podía hacer. Ezequiel se cansó y se fue. Esa liberación produjo un retroceso en todo lo que había logrado hasta ahora, era el momento de tener que bancar las demás responsabilidades. Encontró un trabajo al cual no quería entrar pero era lo que había que hacer, como si por un momento sus padres tuviera razón con eso de lo establecido. Empezó a trabajar, se empezó a acomodar y hay algo sobre la vida que dice que si uno empieza a hacer bien lo que tiene que hacer también le llegan buenas cosas. A él le llego una buena persona: Julieta. Ella era todo lo contrario a él, ella no tenía muchas preocupaciones más que meter las materias para seguir lo que los padres había pautado para ella: Administración de Empresas, carrera que ella eligió porque la convencieron que era buena con los números y que gracias a ellos podía conseguir más de un trabajo interesante. La independencia económica era algo que ella le importaba, y mucho.
No había nada que los pudiera unir, sin embargo las casualidades o causalidades empezaron a actuar. Su mejor amiga, era la hija del jefe de Ezequiel, ella también trabajaba ahí. Julieta la fue a visitar, entre facultad y el trabajo de su amiga, cada vez se veían menos, pensó que era una buena oportunidad salir de la facultad para pasarla a buscar a almorzar. Su amiga estaba en la oficina con Ezequiel, hubo un problema con la liquidación de sueldo, ella era la encargada de Recursos Humanos. Julieta entro y se sorprendió al verlo a él, su amiga le dijo que se quedará que arreglaba algo y ya salían. Ella entró lo saludo a él con un saludo un poco incomodo y paso del otro lado del escritorio para darle un beso a su amiga mientras ella le preguntaba sobre su vida, casi como si Ezequiel no estuviera ahí, ella empezó a contarle que tenia una idea sobre un mural que tenia ganas de hacer en su cuarto. Justo ese tema saco, justo adelante de Ezequiel, justo ese tema se le ocurrió a Julieta sacar aunque había miles. Causalidad quiero llamarlo yo. Él no pensó mucho, quería hacer un mural, hace mucho que había dejado de dibujar además un ingreso extra no le vendría nada mal. Le comento sin ningún tipo de vergüenza a Julieta lo que él sabía hacer. Ella al principio dudo. Entre arreglos, diseños y algunas charlas que excedían lo laboral. Ese sábado Ezequiel fue a hacer el mural. Ya se tenían confianza y no había pasado más de un par de días. 
- Creo que podrías pintar de este color mejor- Le sugirió ella.  
- ¿Cuál? ¿Este?- Pregunto él y le pinto la nariz con pintura. 
Se corrieron por toda la habitación, ese pequeño ambiente pareció gigante en ese momento. No tardaron mucho en darse su primer beso. 
Hoy ellos dos llevan varios años juntos. Él supo que había más de una forma de poder hacer lo que quería y empezó a dar clases de dibujo, vender algunos cuadros y tener algunos murales por hacer. Ella supo que los números no eran algo para ella, decidió dejar de estudiar lo que produjo en su familia un gran revuelo. Sabía que lo suyo era escribir, empezó a escribir, empezó a leer mucho y semanalmente saca artículos en una revista cultural. Trabajan en conjunto entre los dibujos y la escritura. Decidieron irse de viaje sin día de vuelta, con ganas de conocer, creen que la mejor enseñanza viene de los viajes. Yo no creo que estén equivocados.   




miércoles, 24 de junio de 2015

Siempre es hoy.

Me gustaría que me veas reír por cualquier cosa. Me gustaría que me veas llorar por cualquier cosa sin que eso me de (ni te de) vergüenza. Me gustaría que me veas tener un mal día y que no busques darme respuestas que después me voy a olvidar, solo quiero que me abraces. Me gustaría que me veas encapricharme como una nena de seis años pero que eso no te aleje. Me gustaría que te sorprendas por mis actitudes maduras. Me gustaría que me veas putear y que te rías porque lo que dije no tiene sentido. Me gustaría que me preguntes y repreguntes porqué mi personaje favorito de Friends es Ross (no te preocupes, nadie lo entiende) Me gustaría que te importe mi opinión. Me gustaría que podamos debatir sobre cualquier tema. Me gustaría que compartamos salidas, conocer tus gustos aunque no sean parecidos a los míos pero compartirlos porque pintó porque nos importa compartir tiempo juntos, porque nos importa que nos quede la anécdota para después. Me gustaría que me veas quejarme de la facultad pero viendo como no falto ningún día. Me gustaría que entiendas mi mal humor a la mañana y lo mucho que me va a gustar que nos quedemos dormidos en el sillón a la hora de la siesta. Me gustaría que hagas el esfuerzo de dejarme pasarte un tema de Tan Biónica y que lo escuchemos mientras viajemos. Me gustaría que viajemos mucho, a lugares pequeños, grandes, lejos; no importa mientras sea con vos. Me gustaría sentirme segura caminando al lado tuyo, que no importe que sean las tres de la mañana y estemos en José León Suarez, me gustaría sentir que nada me va a pasar porque estoy al lado tuyo. Me gustaría que te encante merendar tanto como me gusta a mí. Me gustaría que te sorprenda que nunca me pierda en capital. Me gustaría que entiendas que odio a los gatos. Me gustaría sentirme orgullosa de vos. Me gustaría que me digas cosas lindas antes de ir a dormir. Me gustaría que seas esa persona que marca el antes y el después en alguien, ese pseudo cristo que todos tenemos en nuestra vida. Me gustaría conocerte (aún más) me gustaría que me conozcas y que te quedes para siempre. Me gustaría que sepas que siempre es hoy.  

sábado, 20 de junio de 2015

Es tan frágil depender de todos.

Es difícil poder darle una significación a la muerte, por lo menos para mi, en todos los casos, la muerte vino con una justificación, ese algo que me dejo un milímetro más tranquila, eso que me dijo que ya no se podía hacer más nada. Siempre la muerte se me llevo a las personas después de una enfermedad, después de creer que eso por lo que estaban pasando no es vida. Incluso pude entender que la soledad fue una enfermedad para una de esas personas. Quizás tengo un pensamiento que se acerca a un témpano sobre este tema, quizás tener algo que se acerque a una respuesta me hizo poder tomar distancia sobre esto, pude más de una vez pensarlo en frío. Esta distancia me permitió poder despedir a los que se fueron de una sola vez, dejarlos ir, siempre creí que atarlos a este mundo en donde ellos ya no podía estar, ya no querían no me llevaba a nada. Si puedo colaborar dejándolos ir, yo quiero hacerlo.

Esa distancia que yo genere con respecto a la muerte me hizo creer que la mía no era importante, sólo un pequeño encuentro con ella, nada de importancia. Tuve dos momentos en mi vida en donde la muerte se hizo presente, una fue involuntaria, caí en una pileta de dos metros de profundidad, tenia tres años y correr por el borde de esa pileta me parecía un juego ¿divertido? resbale y caí ¿O ya desde esos años de mi vida quería conocer que era eso "de morir"? Tuve mi primer salvación. Mi tía preocupada porque no me encontraba me vio caer y sin saber nadar, vale aclarar la valentía que supo tener, se tiro a la pileta a rescatarme. Salí un poco ahogada, un poco azul pero salí bien y al rato volví a jugar como si nada hubiera pasado. Mi otro momento fue voluntario. 

Siempre intenté poner en palabras como fue ese momento voluntario en mi vida pero nunca pude, ni siquiera a la hora de hablarlo puedo decirlo con las palabras que a mi me gustarían. Pareciera que le doy muy poca importancia pero en la realidad no es así, en la realidad siempre encuentro las palabras que quiero decir cuando ya nadie quiere escuchar. 
Ahora que ya pasaron años siento que de alguna forma fui a desafiarla a ella. Ir y decirle: vos no me estás buscando pero yo igual te voy a encontrar. No se bien porque quería encontrarla ni siquiera estoy segura de verdad querer hacerlo. Siempre dije: yo sólo quería frenar las cosas. Y buena forma que se me ocurrió eh. Aunque tenia ese sentimiento que me distanciaba de sentir algo por la muerte, tuve miedo y pedí que me salvaran. En definitiva, gana ella. En todas sus formas.  
Tuve mi segunda salvación. Y otra vez vuelvo a rescatar la valentía de una persona. Porque pudo quedarse paralizado, pudo no creerme y quizás hoy no podría estar contando mi historia y lo más importante, pudo haberse ido y no lo hizo. Hizo todo lo necesario para que yo pudiera, después de tanto tiempo, sacar una enseñanza de todo lo vivido. Eso hace que, pase lo que pase, se genere una conexión especial y no importa todo lo que pase, no importa todo lo que dejes pasar, esa conexión especial hace que si, que si podes ayudar, ahí vas a estar, haciendo vista ciega a todo. 

¿Qué podría decir después de haber pasado por todo esto? Que de los dolores más profundos se puede resurgir, que como dice Cerati: Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer ¡Y claro que sí! Lo importante es tener siempre en mente que no hay nada que nos pueda por terminar de derrumbar. Y que, aunque parece el cliché mas grande que se pudo inventar, cuanto más caemos más notamos cuando empezamos a subir. Si empezamos a contar con nosotros mismos antes que con los demás, los demás nos empiezan a dar esa mano que nos da el empujoncito para seguir. 

No es fácil, lo se, lo viví. Y hay un dolor que me va acompañar por un buen tiempo. Por mucho tiempo le mostré a esa segunda salvación alguien que ni yo sabía quién era, ahora a la distancia me desconozco. Los cambios llevan su tiempo y en mi etapa de transición yo fui muchas personas hasta poder encontrarme con esa, que es la que soy ahora, que me gusta ser. 
También siento que me salve yo, que decidí yo. Todo ese dolor hoy me hizo más fuerte ¿Qué número de cliché es esta frase? Hoy siento que tengo la fortaleza de poder estar acompañando a aquellos que lo necesiten sin desbordarme. Me siento fuerte como para acompañar y si caen, dejarlos caer, pero quedándome al lado, acostados en el mismo lugar hasta que el otro decida volver a empezar. Me siento fuerte para decir: Caíste pero yo me voy a quedar al lado tuyo, esperando el momento que vos quieras para volver a subir. Porque si algo aprendí es que cada uno tiene su propio tiempo y por más que queramos acelerar a mil, siempre pero siempre hay que respetar el tiempo del otro. Lo mejor que podemos hacer es no convertirlo en un tiempo muerto (linda forma de llamar a ese tiempo se me ocurrió) y poder llenarlo, de a poco, pero esperando a que el otro este seguro. Quizás se pierde pero se gana más de lo que se perdió. Y con este último cliché cierro esto. 

lunes, 15 de junio de 2015

3 a.m

Son las tres de la mañana y me acorde de vos. Son las tres de la mañana y las fotocopias que tengo que leer parecen multiplicarse. Son las tres de la mañana y cómo era ese tema que me hiciste escuchar antes que empezará todo esto, decía algo así: no hay manera de quedarse en la cama cuando el corazón te llama a las tres de la mañana. Creo que siempre me voy a acordar de vos a las tres de la mañana ¿Te acordas de ese día que corrimos abajo de la lluvia después del recital? Te agarre de la mano aunque no tenía que hacerlo pero yo ya sabía que agarrarte de la mano me iba a salvar más de una vez. Después de correr, fuimos a mi casa, comimos, reímos y te fuiste a las tres de la mañana ¿Te acordas de nuestro primer beso? En mi imaginación te veo diciéndome si con la cara ¿Falta decir que te fuiste a las tres de la mañana? ¿Y ese día que nos quedamos dormidos sin querer producto de una gripe para mí y un día larguísimo de trabajo para vos? Tengo que confesar que yo me había despertado un rato antes que vos, quería mirarte dormir o quizás quería esperar a que sean las tres de la mañana porque claro, fue a esa hora a la que te fuiste.
Ese día que discutimos en la esquina de mi casa, no puedo acordarme que hacíamos discutiendo en ese lugar, qué lo había originado pero si me acuerdo mirar la hora y pensar en qué momento habíamos llegado a ese punto del no poder volver atrás, en qué momento se había desencadenado todo eso, cuál fue la palabra exacta que nos hizo no poder frenar el tiempo. La hora en que pensé eso, claro, fueron las tres de la mañana. 

¿Cuántas personas habrán vivido con tanta intensidad a esa hora de la madrugada? ¿Será qué es nuestra hora, nuestra porción de tiempo que va a quedar para la eternidad? Quizás si, eso solo quedo de nosotros, un número, un momento del día pero lo voy a atesorar porque para mi es mucho mejor que nada.

domingo, 15 de marzo de 2015

Estar bien

Se te ocurrió decirme: estamos tan bien y ni siquiera estamos. Ni siquiera somos. Ni siquiera...nada. Estamos bien, es una realidad. Disfrutamos cada momento sin estar. No existen peleas, sólo reímos. Hablamos, cada momento tenemos una nueva anécdota. Me hablas de tus desamores, de tus tristezas, de tus alegrías. Y yo soy una espectadora de tu vida y aunque estoy participando a la vez no estoy ahí. Estoy como un anexo a tu vida. Te escucho, te entiendo. Imagino cada una de las palabras que vas a decir, sé cómo te hace sentir realmente cada situación que vivís. Sé que voy a ser la primera en saber que fue lo que te paso ese día. Sé que voy ser la última con la que hables. Sé que sólo te voy a ver en espontaneo. 

Te acaricio, te beso, te escucho y no emito ninguna palabra. Sé que en realidad esto lo tendríamos que hablar, que veas más de una visión, no es lo que buscas ahora, ni lo vas a buscar después. Necesitas alguien que solo quiera quedarse a tu lado en silencio, acariciándote y sólo hablando para decirte: todo va a estar bien.

¿Viste que la frase estar bien tiene muchos significados y a la vez ninguno? ¿Cómo puede tener un sólo significado si tiene tantos contextos? Me dijiste estamos bien sin tener en claro el concepto de estar. Te dije vas a estar bien sin tener realmente la seguridad de que eso suceda. Pero es lo que decimos ¿no? 
¿Algún día nos vamos a decir: esto no esta bien? Porque somos sinceros diciendo que esta todo bien pero a su vez estaríamos siendo sinceros diciendo que no esta todo bien. La ambigüedad del bien. La perdida del valor sobre el bien.

No te preocupes, yo me quedo a tu lado en silencio mientras te acaricio hasta esperar que te duermas y te olvides por unos momentos que no todo esta bien, sin hacer todas estas preguntas porque también esta todo bien.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Sin futuro.

Ya no creo en el futuro y no porque me transforme en una persona negativa, todo lo contrario. ¿Cuántas cosas planeamos y no terminaron saliendo como lo esperábamos? Me adelanto a la respuesta: miles.

Hace algún tiempo atrás me imaginaba estudiando psicología, creyendo que era lo que quería para mí. Hace algún tiempo creía que la fotografía era solo un pasatiempo, algo que me gustaba hacer desde siempre pero sólo para mi. Hace un tiempo veía como un hobbie estudiar Historia. Hace algún tiempo atrás creía que aquello que no me gustaba igual tenía que estar en mi vida, que no podía ser inamovible. Que si algo me molestaba, la solución era adaptarme a eso hasta que ya dejé de molestar (realmente creía eso). Hace algún tiempo atrás creía que, casi como una ley de la vida, a mi las cosas me iban a costar más. Hace algún tiempo atrás creía que los miedos me iban a acompañar siempre, que era algo que no me iba a poder librar. Hace algún tiempo atrás no creía que realmente se logrará ser feliz.

Hoy veo todo lo que era mi pasado, todo lo que esperaba para mi futuro y no puedo creer como las cosas fueron cambiando. Cambiaron pero en definitiva siempre estuvieron ahí. Hoy cambio Once por Caballito. Hoy no sólo la fotografía es algo que me encanta hacer es también una fuente de trabajo. Hoy me siguen acompañando esos miedos pero no me paralizan, me llevan a lugares aún más lejanos. Hoy quiero dejar de temer y simplemente hacerlo. Bien, mal, regular. Hacerlo. Porque no hubo nada que me diera más satisfacción que el haberme animado sin mirar el resultado. 

Hoy no quiero planear nada, sólo veo como van pasando las situaciones porque de causalidades fue me fui llenando este último tiempo. Reencuentros en lugares insólitos. Risas en dónde no las esperaba. Personas que me demuestran que no importa cuánta distancia exista, están. Soy feliz con aquello que me va sucediendo en el día a día. 

Empiezan esos momentos que estaban escondidos en mi y no quería sacar a la luz pero eso, empiezan y no estoy planeando nada, sólo espero a que sucedan.

lunes, 16 de febrero de 2015

Da pena que todo sea un problema.

Me importan todas esas cosas que no queres que me preocupan. No me importan esas cosas que vos queres que me empiecen a interesar. Escucho todo lo que decís y todos los trasfondos que creo ver en tus palabras, esos segundos mensajes que veo escondidos. Te veo y sé que no hay nada que me importe más que no tener que irme de ahí en ningún momento. Si, ya se, estoy entendiendo mal.  

En realidad, si, estoy entendiendo mal pero porque del otro lado no me están explicando bien y no me importa usar mi tiempo para descifrar qué es lo que realmente esta pasando porque no siento que lo este perdiendo pero si lo estoy desgastando y todo lo que se va desgastando en un momento termina por cortarse por completo. 

Puede ser que la mayoría del tiempo no sepa bien qué es lo que quiera, así como te pasa a vos. Pero la incertidumbre no me separa de un pensamiento, uno que no se va aún con el paso del tiempo: no importa qué es lo que pase en ese momento, yo estoy ahí con vos. No necesito escucharte para antes pensar si te apoyo o no, casi que sale una incondicionalidad innata de mi parte.

El no saber qué es lo que queremos nos va deteriorando, nos va desgastando. Ninguno puede decir si ni decir no. No queremos tal cosa ni la otra pero tampoco hay una definición sobre que es lo que realmente queremos.
En algún momento hay alguien va a tener decir qué es lo que quiere, quizás en algún momento también me toque a decidir en esto, quizás algún día sea yo quién tenga la ultima palabra.

Alguna vez se va a tener que enfrentar el miedo y decidir, en estos casos el punto medio no existe, eso también lo tengo en claro. O se aprovecha la oportunidad o se la deja escapar pero no se la puede agarrar a medias. Pero mientras tanto, da pena que todo sea un problema. 

sábado, 24 de enero de 2015

Espacios en blanco.

Fui construyendo pequeñas barreras alrededor mío, uní piedras que iba encontrando, uní excusas hasta amontonarlas y lograr separarme del resto. No diría que buscaba generar esa situación pero en cuanto me dí cuenta que lo estaba haciendo tampoco me frene. Dejé un espacio vacío esperando a ser completado. 

No quería a cualquiera que más o menos pudiera ocupar ese lugar, yo seguía esperando a quien por mucho tiempo pensé que lo iba ocupar casi a la perfección ese espacio. Y no se bien que es lo que me llevaba a dejar ese espacio en blanco pero lo hacía. 

Aunque todo fuera una contradicción constante en mi cabeza seguía dejando ese lugar vacío, aunque más de una vez me pregunte ¿Para qué? yo lo seguía haciendo pero toda contradicción en algún momento hay que despejarla casi como una ecuación.

Cuando de un momento para otro alguien deja de estar sin una explicación, en ese espacio pueden entrar todas las respuestas que se nos ocurren. Desde que fue base de una experimento en dónde borraron su memoria hasta llegar a la conclusión que, efectivamente, no te aman más. Todo es posible cuando no hay una respuesta del otro lado. 
Hasta que un día razonas mejor, dejas de esperar del otro lado para acordarte que vos también sos un lado y que vos también podes tener una respuesta. Una respuesta en donde deberían existir dos. En perspectiva es mejor que antes dónde no tenias ni siquiera una.

Buscando una respuesta logras diferenciar algo importante para seguir adelante. Sólo (lo) estás amando a alguien de la que ya no estas enamorada. Y eso, en un noviazgo, es lo que marca la diferencia. No te enamoras de todos, muy pocos son con los que llegas a conectar. Podemos hablar de enamorarnos hasta de una remera pero lo que importa, en definitiva, es lo que pasa adentro nuestro. Esos momentos en donde sentís que hay algo que esta más allá de lo que podes explicar, algo que llegas a considerar mágico. Es difícil explicarlo porque son esos momentos en los que no salen las palabras y sólo sonreís.

Amamos a más personas de las que nos enamoramos. Y eso esta bien. No importa si no lo conocemos del todo, si nos salvó en algún momento, vamos a querer demostrarles nuestro amor diciendo, valga la redundancia, que los amamos porque es lo que nos pasa adentro, sólo sentimos ganas de darles amor por habernos salvado, por permitir que caigamos arriba de ellos.

Paso mucho tiempo hasta entender que esto marcaba la diferencia, que con solo una respuesta también se podía definir la situación. No me arrepiento de haber dejado pasar tanto tiempo hasta entender que estaba pasando. Si hubiera seguido como si nada pasará estoy segura que hoy hubiera lastimado a más personas de las que yo hubiera querido lastimar. 

Cuando todo esta confuso, extraño, sin respuestas, no siempre esta bueno taparlo con algo más, hacer como si nada nos afectará y simplemente seguir. Rodearnos de lo que nos pasa en algún momento nos va a traer la respuesta que nosotros vamos a poder asimilar. Hacer como si no existiera sólo le damos el espacio para explotar y no saber manejarlo. 

Hoy entiendo que el tiempo fue necesario, hoy tengo la certeza que no voy a lastimar a nadie por no haber resuelto mi pasado.