jueves, 30 de octubre de 2014

Somos lo que elegimos.

Cuando nos dicen la frase, gran frase: Vos tenes que seguir tu vocación, eso que amas es porque tu vocación no es ni ser contadora ni ser abogada. En general a aquellos que eligen esas carreras nadie les dijo que sigan lo que aman aunque les vaya mal porque hay una regla ¿social? que dice que los que estudian esas carreras no puede irles mal. 
Esa bendita frase se la dicen a aquellos a los que no le tienen fé en lo que quieren seguir. Esos que su vocación es la Música, el Arte o como es mi caso Historia. 
Sí, este año después de muchas idas y vueltas y un paso turbulento por psicología elegí que quería dedicar varios años de mi vida a estudiar para ser Historiadora. 

A la pregunta ¿Y vos qué estudias? le sigue la siguiente que me parece más terrible: Ah, ¿quéres ser profesora? 
Es ahí cuando me transformo en toda una orientadora vocacional y empiezo a explicar que la única salida laboral no es la docencia, que existen otras opciones como trabajar en partidos políticos...y ahí ya me pierden el hilo de la conversación pero me alcanza el saber que saben que por lo menos existe otra opción. 

Estudio Historia porque quiero investigar en profundidad un periodo de la historia argentina. Si, quiero investigar. No estoy diciendo que quiero ser Sócrates y sólo ponerme a escuchar las historias de los que pasan por la plaza de la ciudad y filosofar para luego sacar conclusiones o ser Descartes para viajar por el mundo sólo porque quiero incorporar más conocimientos. A todo esto ¿Alguien se pregunto de qué vivían estos seres? 
Entiendo que de algo tengo que vivir y estudio por esa razón y porque aprender me gusta mucho. Estudio en una universidad porque es el camino que vi más viable para poder aprender más, creo que no existe otra razón. 

Eso que amamos, eso por lo que dejamos nuestro tiempo, nuestros ahorros, eso que casi tenemos en primer lugar es lo que tenemos que seguir porque, aunque suene a frase hecha, lo estamos eligiendo para nosotros y nadie más vive nuestra vida y nadie más aprende de las decisiones como nosotros mismos.
Nosotros nos vamos marcando nuestro camino y nos conocemos más que nadie, no dejemos que las opiniones de los demás interfieran. Marquemos nuestro camino. 



sábado, 18 de octubre de 2014

Ahora

Un no vamos para el mismo lugar, nunca pero nunca es verdad. También una doble negación es una afirmación y eso eso lo que acabo de hacer en la oración anterior. 
No creo en poder afirmar que ya de antemano sabemos que no vamos a poder ir acompañados de ciertas personas. Si pudiéramos ver tan claro el futuro no se explicaría porqué nos equivocamos tanto a la hora de actuar en ese futuro que se vuelve presente. 
Yo creo que en el ahora no vamos para el mismo lugar, no estamos pensando en más adelante sino en el aquí y ahora. Hoy no vamos para el mismo lugar, no sabemos mañana. Pero a la hora de hablarlo siempre culpamos a nuestro yo del futuro porque es más fácil culpar a alguien que todavía no llego que hacernos del valor suficiente para afirmar que no, que ahora no estamos en el mismo lugar, que es ahora que somos los responsables de que no funcionemos. 


- I love you Robin. I’m serious. Do remember why we broke up in the first place? We asked each other, ‘Where do you want to be in five years?’ and our answers were just too different. Well its five years later, and where are we? Standing on the roof where I kissed you for the first time.  
HIMYM


Nosotros podemos cambiar, tener nuevas perspectivas, tener nuevos gustos y preferencias pero quizás nos encontremos en el mismo lugar. Quizás nos quedemos totalmente estáticos pero el que cambia es el otro, porque en toda nuestra teoría nunca incluimos al otro. 
Están las cartas en la mesa pero no todas las jugadas dadas, las estrategias pueden ser muchas y entre ellas existe la de abandonar el juego.  

lunes, 6 de octubre de 2014

Una vez más te aliviaras.

Olvidar no tiene que ser malo, no siempre. Olvidar puede ser ese pequeña iniciativa para cambiar eso que todavía nos dejaba atrás. 
Que un familiar te olvide por alguna enfermedad deber ser algo horrible, que este pero no, que sepa pero no quiera, yo no hablo de ese tipo de olvidos. Hablo de esos olvidos conscientes, de esos olvidos por elección. 

Que un amigo te olvidé sin darnos un porqué puede ayudarnos a entender que no era importante en nuestra vida, sólo las personas a las que les importamos nos recuerdan.
Que un (ex)novio te olvide también nos hace dar cuenta que no eramos importantes pero también nos deja algo más importante: Perder todo tipo de esperanza. Y eso es lo mejor que nos pueden dejar después de una ruptura, el saber que no, que no va a suceder. Y qué mejor para un nuevo comienzo que saber con todas tus fuerzas que no hay nada que te deja en un limbo emocional. 
Saber que atrás no hay nada y que sólo queda avanzar gracias al olvido de alguien es creo yo la mejor manera de terminar aunque sea contradictorio en todos sus aspectos. 
Cuando empieza a dejar de doler, cuando también nos proponemos que nos deje de doler, cuando empezas a armar todas las partes rotas que habían dejado en vos, cuando todo eso pasa, pensá y agradece: Che, gracias por olvidarme, me solucionaste mil cosas así, no sé que hubiera hecho si no lo hacías. 

A veces olvidar, algunas veces, esta bien.